Dra. Rosabel Maza

42. Teorías de la mente vinculadas al apego

Por: Rosabel Maza

42. Teorías de la mente vinculadas al apego – para aclarar la relación entre los procesos biológicos y mentales, es decir, en el problema mente-cuerpo

Por una parte, la visión de la mente que se acerca inicialmente a la base de la teoría del apego, sería el dualismo interaccionista, ya que explica que la mente y cuerpo interactúan entre sí, siendo conceptos diferentes (Quintanilla, 1995).  Citando a Quintanilla, él mismo dice que el problema de este modelo es que no da explicaciones de causalidad de la interacción entre ambas.  Por otro lado, otra objeción sería que el funcionamiento del cuerpo puede ser explicado por algo no-material, necesariamente. Esta definición nos aleja de los vínculos que son base de la teoría del apego. Por ello, descartamos esta visión dualista de la mente.

Pasamos luego a enfocarnos en el funcionalismo no reduccionista. La convicción de esta teoría es que es posible especificar diferentes procesos más complejos a través de estados mentales o funciones y entidades físicas (Quintanilla, 1995 ).  El funcionalismo propone que “la mente sobreviene al cuerpo”.  Las descripciones de estados mentales, son diferentes que las descripciones de estados físicos.  Las relaciones mente-cuerpo en el funcionalismo no reduccionista asevera que todas las propuestas reduccionistas son insatisfactorias, todos los proyectos que intentaron reducir los fenómenos intencionales a fenómenos físicos, han fracasado (Quintanilla, 1995).  Los estados mentales no pueden reducirse a conductas, estados cerebrales, o estados funcionales. Sin embargo, los estados mentales son idénticos a los estados físicos pero no pueden reducirse a explicaciones físicas. Aquí es importante citar a Davidson (citado en Quintanilla), quien desarrolla la idea de la “superveniencia”, que explica que los términos para describir los estados mentales son términos diferentes que explican estados físicos. El asevera que los estados mentales sobrevienen a los físicos, pero no son reductibles a ellos. La “Superveniencia”[1] por lo tanto describe una dependencia funcional  pero concluye que no puede haber ningún cambio mental  si no hay un cambio en la reductibilidad físico-causal (Davidson citado en Hierro-Pescador,2005)Lo particular de esta postura es que se conserva la distinción ontológica entre mente y cuerpo pero de alguna manera también las similitudes con el epifenomenalismo, donde postulan que el cerebro no causa la raíz de la mente, sino que los estados mentales son el subproducto de los estados físicos del cerebro (Quintanilla, 1995 ). La interacción es en un solo sentido, pero no reduce los estados mentales ni ontológica ni causalmente  a estados físicos. Por ello, seguimos ahondando en completar nuestra mirada hacia algo que complemente la Teoría del Apego.

Los emergentistas postulan que las experiencias mentales  no son necesariamente físicas sino que provienen de experiencias o estados físicos (Quintanilla, 1995). Esta postura complementa la postura funcionalista no reductivista. Y completa nuestra mirada hacia la Teoría del Apego.

La mente pertenece a un todo, al cuerpo, sin embargo, es diferente a éste, según Searle (citado en Quintanilla).  Entonces, el apego, por más que se produzca en la mente, en los estados mentales, es independiente al cuerpo.

Debemos tomar toda la información dada anteriormente, y vincularla, no solo al apego en general, sino también a los procesos biológicos y mentales. En primer lugar, el apego es la interacción que se da entre una madre y un bebé, durante los primeros años de vida. Asimismo, el apego se activa, cuando hay una separación entre el bebé y la madre (Siegel, 2007).  El apego crea un vínculo emocional con la madre, la cual le da seguridad y comodidad al niño (Morris y Maisto, 2005).

A principios del ensayo, se propuso que una de las teorías de la mente que podrían abarcar la teoría del apego, sería el dualismo interaccionista, ya que la mente y el cuerpo interactúan entre si (Quintanilla, 1987 ), principalmente cuando ocurre la separación entre la madre y el bebé, produciendo angustia y temor hacia una situación extraña. Sin embargo, para el dualismo interaccionista, no habría explicación para lo que se produce en el bebé, tras la separación, por ende, es descartado.

El funcionalismo no reduccionista se acerca un poco más a la teoría del apego, ya que indaga más en sus patrones de funcionamiento.             Este tipo de funcionalismo afirma que sí se pueden explicar y especificar, los diferentes estados mentales y físicos. Esto sería útil para poder explicar la teoría del apego, ya que revelaría las diferentes funciones, tanto mentales como físicas, que están a la base del mismo. Este tipo de teoría, nos serviría para explicar que el bebé, a pesar de su corta edad, tiene una figura materna específica, lo cual revela que este, ha desarrollado una capacidad cognoscitiva de tener a su madre presente, a pesar de que esta no esté, generando diferentes patrones de comportamiento, por ejemplo el llanto, ante la separación o la exposición a situaciones desconocidas para el bebé (Levobici & Weil-Halpbern, 1995). De la misma manera, se expone, que el estado mental del bebé es diferente al físico, y por lo tanto tienen diferentes definiciones y explicaciones. Asimismo, un niño que ha desarrollado un apego seguro, ante la separación materna,  tendrá un comportamiento diferente, al niño que ha desarrollado un apego evitativo o desorganizado. Esto explicaría la causalidad entre lo mental, el tipo de dependencia desarrollada por el niño y sus vínculos emocionales hacia su cuidador, y lo físico, la reacción que provocaría una separación del mismo.

La teoría emergentista, la cual afirma que las experiencias mentales no son del todo físicas, pero que pueden provenir de un estado físico, explicaría , también, algunas de las dependencias y vínculos emocionales desarrollados entre un cuidador y un bebé, durante el apego. Por una parte, Bowlby (2006) afirma que el apego es un instinto de todo humano y mamífero, ya que tiene la función de buscar protección. La búsqueda de protección puede ser entendida en base a que, los  bebés, pueden estar expuestos a muchos factores, en el caso de mamíferos, por depredadores, y en el caso de humanos, por accidentes, entre otros. Es por eso, que los emergentistas,  plantean que las experiencias mentales, pueden provenir de algo físico, y pueden haber sido aprendidas (Bowlby, 2006).

En conclusión, existen tres teorías mente-cuerpo, que podrían estar relacionadas, tanto física como mentalmente, a la teoría del apego. Estas son, el funcionalismo no reduccionista, el dualismo interaccionista y, por último, el emergentismo. Me atrevería a afirmar, que estas tres teorías trabajan diferentes aspectos de la mente, por ende, para explicar la teoría del apego, se necesitaría de las tres antes mencionadas, para abarcar todo lo necesario para su explicación.

hecho por Rafaela Maldonado PUCP

Bibliografía

Bowlby, J (2005) Vinculos afectivos: Formación, desarrollo y pérdida. Madrid: Ediciones Morata.

Hierro-Pescador, J. (2005) Filosofía de la mente y la ciencia cognitiva. Madrid: AKAL.

Levobici, S & Weil-Halpern, F (1995) La psicopatología del bebé. México: Siglo XXI Editores.

Morris, C & Maisto, A (2005) Introducción a la psicología. España: Editorial Pearson.

Quintanilla, P (1987) El problema mente/cuerpo. México: UNAM

Siegel, D (2007) La mente en desarrollo: cómo interactúan las relaciones y el cerebro para modelar nuestro ser. Bilbao: Editorial Desclée de Brouwer.


Rosabel M. Maza / Lima, Perú
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