Dra. Rosabel Maza

El silencio del Buda – la iluminación

Por: Rosabel Maza

Pratïtyasamtpäda: El silencio del Buda

En mis estudios de Mística , el silencio formó parte de un enigma para mí.  Entiendo que cuando el Buddha conquista con la iluminación la triple ciencia del pasado, del presente y del futuro es cuando encuentra el rasa, el juego y esencia, de toda iluminación. Todo ello, se resume en la intuición que Säkyamuni tuvo del pratïtyasamutpäda. Se considera ésta, la clave para interpretar la intuición buddhista fundamental, de ahí que se le ha dado a esta <ley> diversas interpretaciones según las escuelas buddhistas.

Etimológicamente, pratïtyasamutpäda indica originación recíprocamente condicionada en virtud de un funcionalismo cósmico, también indica una red de conexiones entre distintos elementos. Es flujo de devenir del samsära. Es una ecuación de síntesis la que Buddha realiza. Es decir, Buddha  intuye que es la permanencia de la impermanencia,  intuye el cosmos en su devenir y en su conexión mutua. El budismo aporta a través del samsära un refugio a la finitud del hombre: la posteridad.

La intuición del pratïtyasamutpäda es la intuición de la pura contingencia en su positividad. El Buddha se incluye en la concatenación universal ya que no hay respuesta que se ubique por encima de la caducidad y relatividad de la pregunta.  Este continuum es imparable, por ello esta contingencia está desconectada de todo fundamento. No es un razonamiento teórico ni es fruto de la experiencia, es una visión total del cosmos y conexión universal, la concatenación de todos los seres formando un único conjunto que a su vez no se absolutiza. Por ello, su conexión con el vacío (sünyatá).  Es una intuición mística, inefable, que responsabiliza mutuamente a todos los seres en la caducidad del todo y la nihilidad del cosmos.  Esta intuición mística es el refugio del todo y del vacío, de la sensación de caducidad y término, unido a la posibilidad del vacío, a lo indeterminado.  Esto es un solipsismo que da una circularidad a todo lo existente.

Buddha no ve el <más allá>, sino la totalidad e interdependencia del <más acá>. Panikkar propone que Buddha descubre la circularidad de todo lo existente, recalca que la intuición de Buddha es genuinamente religiosa y catártica. EL descubrimiento de la contingencia produce un efecto desvastador que no deja escapatoria a la trascendencia. La muerte ontológica – del ser- es la afirmación de la negatividad. Este descubrimiento irremediable, la finitud, la impermanencia del hombre y del mundo lo hace aceptar su inexorabilidad,  es la salvación, este conocimiento conduce a la vacuidad, al nirvana.

El pratïtyasamutpäda nos coloca en un círculo vicioso, todo depende de todo. El nirvana no es otra realidad, ni siquiera la verdadera realidad, <es> el mismo samsära, el mismo flujo existencial.

“Buddha no responde no porque no conoce la respuesta, sino porque conoce la invalidez de la pregunta. Sabe que no se sabe lo que se pregunta, sabe que el Ser no se sabe, que la realidad no es esclava del pensar y que no se deja de pensar por éste, sabe que el principio de la razón no vale para el Ser. Buddha se niega a divinizar la razón.” pg.127

Panikkar presenta una serie de secuencias:

a)Te enseñaré el dhamma, si esto existe, aquello llega a ser.

b) Es una ley primordial: El paticcasamuppäda es profundo, no ha conocido ni descubierto.

c) Todo está mutuamente condicionado. Cualquier forma de conciencia que emerge en dependencia (paticca) de una determinada condición (pacaya) es conocida por el nombre de esta condición.

d) La indagación escolástica se refiere a la dependencia mutua, conjunta y disyuntivamente, que origina los elementos del ser. Paticca expresa la dependencia, samuppäda, la originación. Ambas palabras expresan la originación dependiente, donde el Sabio enseña la verdad o la vía media.

e) Los doce vínculos: Avijjä, ignorancia; Samkhära, formaciones kármicas; viññäna, conciencia; Näma-rüpa, el nombre y la forma, la individualidad; Sadd-äyatana, los seis sentidos; Phassa, contacto; vedanä, sensación; tanhä, sed; Upädäna, apego; Bhava, existencia; jäti, nacimiento; jarämarana, vejez y muerte.

f) Lo imposible es la estaticidad. Las cinco cosas que no puede hacer ningún monje: “que lo que está sujeto a envejecimiento, no envejezca; que lo que está sujeto a enfermedad, no enferme; que lo que está sujeto a la muerte, no muera; que lo que está sujeto al decaimiento, no decaiga; que lo que está sujeto a pasar, no pase”. Pg 133.

El silencio representa una circularidad cósmica que contiene existencialmente al ser.  El condicionamiento es fundamental, pues explica la concatenación y la secuenciación de todo aquello que es. Y no llegamos a ella a través de la palabra, sino, a través del silencio, puerta que nos permite integrarnos a través de los doce vínculos. ¿Quién no quisiera acceder a la iluminación?, ¿quién no  le tiene miedo a desaparecer?, el Buddha responde con la triple iluminación que conlleva a la conciencia del presente,pasado y futuro . Este funcionamiento cósmico inequívoco y alentador, nos da esperanzas.

Pratïtyasamtpäda: El silencio del Buda
Ramon Panikkar, Ed. Siruela.

Rosabel M. Maza / Lima, Perú
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